sábado, 26 de octubre de 2013

"Dime con quién andas y te diré quién eres". ¿Mito o Realidad?



"Somos el promedio de las 5 personas que nos rodean" Jim Rohn

Fue un empresario estadounidense, autor y orador motivacional. Su obra ha influido en el lanzamiento o la promoción de las carreras de muchos otros en la industria del desarrollo personal, incluyendo a Anthony Robbins, Mark Victor Hansen, Brian Tracy y Jack Canfield.

Para nadie es un secreto que no aprendemos de lo que nos dicen, por el contrario aprendemos de ver lo que hacen los que nos rodean, somos imitadores incansables, nuestras habilidades para imitar van incrementándose en la medida que las desarrollamos con la práctica, todo lo que hacemos y creemos que sabemos es producto de la observación diaria, nuestros modelos a seguir están por todos lados, cuando somos pequeños todo es desconocido y emocionante por esta razón los niños son tan divertidos de observar, juegan y descubren sin parar y siempre quieren mas, tienen un hambre insaciable de conocimiento, sus modelos a seguir son aquellos quienes los rodean, en ese momento todo el mundo es mágico y divertido, un universo de cosas solo esperando a ser descubiertas, para los niños todas las personas son buenas, por ser inocentes nada es peligroso, amenazador o complicado, la acción de descubrir es para ellos un juego maravilloso.

Más adelante en la carrera de la imitación, cuando nos toca ir al colegio, somos un poco mayores y nos explicaron que el mundo no era el lugar mágico donde solíamos tener aventuras y descubrir cosas nuevas, ahora se convirtió en un lugar menos seguro donde podíamos caer y hacernos daño, los animales eran peligrosos, no debíamos hablar con personas extrañas, la precaución se volvió una tarea primordial, los adultos se encargaron de decirnos en un rosario interminable la cantidad abrumadora de peligros que existen a nuestro alrededor, pasándonos con o sin razón todos sus temores y como regalo adicional sus frustraciones, nosotros como niños no entendemos nada, es natural puesto que no hemos visto que nada de eso ocurriera por lo que era de esperarse que no lo comprendamos, lo único real para ese momento es que estábamos aprendiendo a vivir en un ambiente nuevo con nuevos amigos y personas a quienes ver e imitar, en ese momento comienzan nuestros primeros trazos de lo que sería nuestro carácter, aunque de muy pequeño lo intentamos mostrar los adultos se encargaron de sofocar esas primeras llamas.

Salimos con los compañeros con los que creemos encajar, con los que nos gusta pasar más tiempo sea por la razón que sea, esa es la gente en que creemos, mientras más tiempo pasamos con ellos mas comenzamos a darnos cuenta que somos parecidos, casualmente compramos la ropa parecida, los zapatos, el peinado, la forma de gesticular, los sitios que frecuentamos, las películas que vemos, la literatura que leemos, la forma de hablar, la entonación de las palabras y el cómo las utilizamos para comunicar nuestras ideas, poco a poco nos convertimos en un espejo de estas personas con quienes pasamos la mayor cantidad de tiempo, lo hacemos por elección personal escogemos a estas personas para compartir y a su vez estas personas nos escogen también a nosotros, la pregunta es: ¿Qué otra cosa podemos hacer? Si esto es para lo que nos han entrenado desde que nacimos, es la forma en que la naturaleza nos concibió, nos dio una herramienta poderosa de aprendizaje para poder sobrevivir, somos los mejores imitadores que la naturaleza creo, por esa razón somos su creación más exitosa y singular, somos la graduación de la naturaleza.

Ahora  lo resaltante es que eres un individuo único y especial aprendiste de la imitación pero no eres un simple imitador, utilizas la imitación como herramienta para hacerte mejor y más eficiente, pero una vez que ya sabes esto utilizas lo aprendido para crear nuevas ideas y conceptos, descubrir, hacer, crecer, volar con tu imaginación a nuevos mundos en los que eres lo que tú quieres ser, tienes la capacidad para elegir con quien te conectas según tus aspiraciones y metas, tienes la posibilidad de cambiar tu entorno, cambiar de quien te rodeas si esto no va de acuerdo al plan que te trazaste, dejar de ser una veleta que gira según donde vaya el viento, eres el capitán de tu barco y diriges las velas según lo trazaste en el mapa, para llegar donde quieres llegar necesitas una tripulación que también quiera llegar a ese mismo destino, rodéate de gente que este enfocada, que vibre en tu misma frecuencia y energía, se claro en tu comunicación tanto verbal como gestual, haz que quienes están a tu alrededor sepan de forma clara que es lo que quieres y lo que persigues así nunca tendrás decepcionados en tu entorno, porque de esa forma no tendrás gente cerca diciendo que nunca habías manifestado lo que querías, evitando de esa forma retrasos en tu viaje, se coherente con tus ideas, impecable con tus palabras y por sobre todo se te fiel a ti mismo, vuela, vuela alto y consigue compañeros que te eleven más alto de lo que jamás, jamás soñaste que podías volar.

Saludos y Éxitos...

By R. Reverón

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