"Somos el promedio de las 5 personas que nos rodean" Jim Rohn
Fue un empresario
estadounidense, autor y orador motivacional. Su obra ha influido en el
lanzamiento o la promoción de las carreras de muchos otros en la industria del
desarrollo personal, incluyendo a Anthony Robbins, Mark Victor Hansen, Brian
Tracy y Jack Canfield.
Para nadie es un secreto
que no aprendemos de lo que nos dicen, por el contrario aprendemos de ver lo
que hacen los que nos rodean, somos imitadores incansables, nuestras
habilidades para imitar van incrementándose en la medida que las desarrollamos
con la práctica, todo lo que hacemos y creemos que sabemos es producto de la
observación diaria, nuestros modelos a seguir están por todos lados, cuando
somos pequeños todo es desconocido y emocionante por esta razón los niños son
tan divertidos de observar, juegan y descubren sin parar y siempre quieren mas,
tienen un hambre insaciable de conocimiento, sus modelos a seguir son aquellos
quienes los rodean, en ese momento todo el mundo es mágico y divertido, un
universo de cosas solo esperando a ser descubiertas, para los niños todas las
personas son buenas, por ser inocentes nada es peligroso, amenazador o
complicado, la acción de descubrir es para ellos un juego maravilloso.
Más adelante en la
carrera de la imitación, cuando nos toca ir al colegio, somos un poco mayores y
nos explicaron que el mundo no era el lugar mágico donde solíamos tener aventuras
y descubrir cosas nuevas, ahora se convirtió en un lugar menos seguro donde
podíamos caer y hacernos daño, los animales eran peligrosos, no debíamos hablar
con personas extrañas, la precaución se volvió una tarea primordial, los
adultos se encargaron de decirnos en un rosario interminable la cantidad
abrumadora de peligros que existen a nuestro alrededor, pasándonos con o sin
razón todos sus temores y como regalo adicional sus frustraciones, nosotros
como niños no entendemos nada, es natural puesto que no hemos visto que nada de
eso ocurriera por lo que era de esperarse que no lo comprendamos, lo único real
para ese momento es que estábamos aprendiendo a vivir en un ambiente nuevo con
nuevos amigos y personas a quienes ver e imitar, en ese momento comienzan
nuestros primeros trazos de lo que sería nuestro carácter, aunque de muy
pequeño lo intentamos mostrar los adultos se encargaron de sofocar esas
primeras llamas.
Salimos con los
compañeros con los que creemos encajar, con los que nos gusta pasar más tiempo
sea por la razón que sea, esa es la gente en que creemos, mientras más tiempo
pasamos con ellos mas comenzamos a darnos cuenta que somos parecidos,
casualmente compramos la ropa parecida, los zapatos, el peinado, la forma de
gesticular, los sitios que frecuentamos, las películas que vemos, la literatura
que leemos, la forma de hablar, la entonación de las palabras y el cómo las
utilizamos para comunicar nuestras ideas, poco a poco nos convertimos en un
espejo de estas personas con quienes pasamos la mayor cantidad de tiempo, lo
hacemos por elección personal escogemos a estas personas para compartir y a su
vez estas personas nos escogen también a nosotros, la pregunta es: ¿Qué otra
cosa podemos hacer? Si esto es para lo que nos han entrenado desde que nacimos,
es la forma en que la naturaleza nos concibió, nos dio una herramienta poderosa
de aprendizaje para poder sobrevivir, somos los mejores imitadores que la
naturaleza creo, por esa razón somos su creación más exitosa y singular, somos
la graduación de la naturaleza.
Ahora lo resaltante es que eres un individuo único
y especial aprendiste de la imitación pero no eres un simple imitador, utilizas
la imitación como herramienta para hacerte mejor y más eficiente, pero una vez
que ya sabes esto utilizas lo aprendido para crear nuevas ideas y conceptos,
descubrir, hacer, crecer, volar con tu imaginación a nuevos mundos en los que
eres lo que tú quieres ser, tienes la capacidad para elegir con quien te
conectas según tus aspiraciones y metas, tienes la posibilidad de cambiar tu
entorno, cambiar de quien te rodeas si esto no va de acuerdo al plan que te
trazaste, dejar de ser una veleta que gira según donde vaya el viento, eres el
capitán de tu barco y diriges las velas según lo trazaste en el mapa, para
llegar donde quieres llegar necesitas una tripulación que también quiera llegar
a ese mismo destino, rodéate de gente que este enfocada, que vibre en tu misma
frecuencia y energía, se claro en tu comunicación tanto verbal como gestual,
haz que quienes están a tu alrededor sepan de forma clara que es lo que quieres
y lo que persigues así nunca tendrás decepcionados en tu entorno, porque de esa
forma no tendrás gente cerca diciendo que nunca habías manifestado lo que
querías, evitando de esa forma retrasos en tu viaje, se coherente con tus
ideas, impecable con tus palabras y por sobre todo se te fiel a ti mismo, vuela,
vuela alto y consigue compañeros que te eleven más alto de lo que jamás, jamás
soñaste que podías volar.
Saludos y Éxitos...
By R. Reverón
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