“¿Cómo es que siendo tan
inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe
ser el fruto de la educación.” Alejandro Dumas (1802-1870). Escritor novelista
Francés. Hijo de un general del ejército francés que dejó a su familia prácticamente
en la ruina al morir, en 1806, Alejandro tuvo que abandonar pronto sus
estudios. Llegó a París en 1823, tras una primera experiencia como pasante de
abogado, lleno de ambiciones literarias. Gracias a su puesto de escribiente
para el duque de Orléans que obtuvo por recomendación del general Foy,
consiguió completar su formación de manera autodidacta.
“No cualquiera puede
convertirse en un gran artista, pero un gran artista si puede provenir de
cualquier lugar” Antón Ego.
¿Por qué razón dejaríamos
nuestra vida en caso de enfermedad grave, en manos de un coreógrafo o un grupo
de baile y no de un doctor o un grupo de doctores expertos? Existen varios
porqués: nos dijeron que eran doctores y lo creímos, no teníamos ni idea de lo
que hacíamos, no nos importaba morir, estábamos convencidos que eran mejores
los bailarines que los médicos, estamos locos o dormidos a la hora de la
decisión.
Cuando se trata de cómo
educar a un niño y darle las herramientas para fluir en la vida y nótese que no
digo enfrentar porque ya de entrada seria una pelea (enfréntense los
contendientes)—esta palabra parece inofensiva puesto que es lo que oímos de
nuestros padres y maestros, en su mayoría conlleva una carga emocional y
espiritual que nos predispone en la acción-- tomamos las decisiones para
enseñar y pasar estas herramientas a nuestros hijos un tanto a la ligera,
quizás pensemos que es lo correcto haciendo lo que todo el mundo hace, lo
impuesto por el sistema, los gobiernos o lo que hicieron nuestros padres con
nosotros ¿Al fin y al cabo qué más
podemos hacer? La respuesta es: mil cosas más y diferentes.
Lo que los seres humanos
llamamos educación no es más que un proceso de domesticación educamos a
nuestros hijos como domesticamos a un gato o a un perro, con un programa de
premios y castigos, lo castigamos cuando es “malo” lo premiamos cuando es
“bueno”, este proceso no es más que una simple domesticación, cuando nacemos
somos un libro vacío no tenemos nada escrito y los adultos imponen todo lo que
allí se escribe, no escogemos nada de lo que escriben en nuestro propio libro,
no escogemos nuestro nombre, idioma, religión o tipo de gobierno, todo es
impuesto y cuando estas un poco mas consiente de ti mismo y no te gusta algo
dices NO, ¿Recuerdas ese momento y lo que regularmente pasa? Los adultos doblan
tu resistencia y someten tu libertad, doblegan tu espíritu y te muestran que
aquellos a los que tu amas porque se supone que están para protegerte, se
transforman en alguien que podría destruirte y comienzas a tenerles MIEDO, al
igual que el “Dios” de los patriarcas en el antiguo testamento sal.33:8, “TEMA
A JEHOVÁ TODA LA TIERRA; TEMAN DELANTE DE EL TODOS LOS HABITANTES DEL MUNDO” es
ese el momento de quiebre entre el amor y el miedo, la ruptura entre lo que el
individuo desea y lo que la sociedad dominada por los adultos les imponen, pero
que podemos esperar si desde la MATRIX (el origen) de la información eso fue lo
que aprendimos los adultos.
Que se puede esperar si
nuestros padres y los padres de los padres de los padres también aprendieron
del mismo modo, la palabra más usada para domesticar a nuestros hijos es
principalmente “NO” te sorprenderás si llevas una cuenta de cuantas veces al
comunicarte con tus hijos utilizas la palabra “NO” dado que tus palabras son
como magia para tus hijos, al usar este código de comunicación estarás llenando
el libro de tus hijos con una gran cantidad de magia negra—y nos preguntamos
¿Por qué el mundo esta tan lleno de contradicciones?— porque somos los
encargados de contribuir a un mundo así, un gran manicomio donde nadie consigue
la cura, pero nosotros no impusimos esto, no somos los culpables, sin embargo,
podríamos cambiar esta condición en nosotros mismos al entender las causas y
razones que nos tienen cautivos en el sueño de la colectividad, al hacernos
responsables de nuestro propio despertar y al estar despiertos veremos esas
otras mil formas diferentes de colaborar en la película de nuestros pequeños
amigos que se nos han encargado (nuestros hijos, todos los pequeños del mundo
son nuestros) y a los cuales les toco heredar lo que nosotros hemos aprendimos.
Imagínate colaborando con
tus hijos (con cualquier niño que te pida ayuda) para filmar una película
extraordinaria con presupuesto ilimitado y que tú que ganaste un Oscar al mejor
director de película titulada “ESTA ES LA GRAN OBRA DE MI VIDA” los puedas
orientar, vaciar todo tu conocimiento sin imponérselos, como un gran aporte en
su realización, estarías contribuyendo con tu ejemplo más que con palabras en
esta tarea tan maravillosa que es la vida de tus hijos, pero ¿Cómo saber qué
hacer? Es una gran pregunta, todo lo que puedes hacer es tu mayor y mas grande
esfuerzo, al esforzarnos comenzará a llegar información de las más altas
esferas del conocimiento, directo desde nuestra comunicación con la
inteligencia universal que ahora sabemos que esta a cada paso que damos,
esperando que desde nuestra humildad y amor pidamos orientación—de verdad te
digo que si pedimos se nos dará—esa orientación nos despertara y podremos ver
lo que antes no veíamos.
En la próxima reflexión
aprenderemos una guía de cómo colaborar con nuestros hijos en ese proceso tan
especial de la niñez y ese despertar al mundo que los rodea, no es una guía
para los niños es para que los adultos como dijo Alejandro Dumas: “Seamos menos
estúpidos y YO agregaría más sabios al
“educar” a nuestros pequeños amigos, recuerda que no tenemos la culpa pero sí todos somos responsables.
Saludos y éxito...
@by R. Reverón
Saludos y éxito...
@by R. Reverón
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